Sin lista

—No —dijo Ethan, sacudiendo la cabeza. Su cabello despeinado cayó sobre sus ojos verdes, y se apartó de mí con un profundo ceño fruncido—. Por esto es que lo dejamos la última vez. Yo...

¡Maldita sea! ¿Por qué no podía simplemente mantener la boca cerrada?

—¿Por qué no? —pregunté con un puchero, c...