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CAPITULO 123

Darién lo vió fijamente, el no solía probar nada que no le fuera dado en el castillo, fue así como recordó las ocasiones que Imery lo obligó a hacerlo y una sonrisa curvó sus finos labios.

— ¿Por qué? — Preguntó Ginelly. — Esa sonrisa, ¿Por qué ha sido? — Volvió a preguntar.

Darié...