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—Odio esto, siento que no puedo hacer nada— le digo a ella.

—Sé que se siente así ahora, pero tienes que dejar que tu cuerpo se recupere.

—Cuando termines de desayunar, tal vez tú y Mackie puedan ayudar con las invitaciones para el baile.

Miro a Mackie y ella asiente.

—Está bien, mamá— digo.

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