EL VIGÉSIMO QUINTO

Debo haberme quedado dormida en algún momento porque me despierta un golpe en la puerta. Envolviéndome en mi bata, bajo las escaleras para encontrarme con el cartero que tiene una carta certificada a mi nombre. Es extraño, ya que nadie sabe aún que vivo aquí.

Subo las escaleras y pongo la tetera an...