EL VIGÉSIMO TERCERO

Aún es muy temprano; el sol ni siquiera ha salido por el horizonte y Taylor ya se ha duchado y está eligiendo un traje en nuestro vestidor. Lo observo perezosamente, maravillándome con la vista de su delicioso cuerpo mientras imagino tomarlo en mi boca. Sacudo la cabeza... ¿qué demonios me pasa? Est...