(Relato No. 34 - Pobre Carish SEGUNDA PARTE)

Carish llevaba un par de horas gritando y maldiciendo mientras Eder y yo tomábamos un té helado cada uno. Realmente deseaba terminar con todo y volver a nuestras vidas, saber qué sucedería de ahora en más. Y si tal vez--

—AAAAAAAAH, MALDITA SEAAAAAAAAAAAAAAAAAA, NOOOOO— Abrí mis ojos de la sorpresa...