9. La mañana siguiente

Me desperté con mi alarma, estaba sola en mi cama. La luz del sol se filtraba por mis pesadas cortinas de color beige.

¿Fue un sueño?

Entonces estiré mi cuerpo y empecé a sentirlo. El dolor entre mis piernas, abrí los ojos y miré debajo de las sábanas.

Desnuda. No fue un sueño.

Fácilmente el mejo...