Capítulo 33

Sus labios vaginales hinchados se abren en mi boca mientras los chupo, lamiendo sus dulces jugos. Ella grita mi nombre, y sus manos vuelven a mi cabello mientras la lamo una y otra vez. El sabor es enloquecedor, y me siento ebrio. Nunca he probado algo tan delicioso en mi vida, y no sé si podré dete...