Tan perfecto para mí

—Nunca dije eso —susurró ella. Sus mejillas se tornaron de un ligero color rosado, y supe que se estaba poniendo nerviosa y excitada por mi cercanía—. Te extrañé más de lo que jamás sabrás. Prométeme que vendrás la próxima vez.

—Hecho.

Me incliné y capturé sus labios con los míos, besándola con la...