


Capítulo 77.
Los días seguían pasando, el embarazo de Helena estaba cada vez más avanzado, pero por fortuna las cosas estaban resultando fabulosamente bien gracias a los cuidados de todos en la casa, Carolina también estaba muy pendiente de ella, su convivencia entre madre e hija estaba resultando mejor de lo que hubiesen imaginado. Por otra parte, el corporativo Adams estaba siendo manejado a la perfección por Paul, lo cual tenía muy contento al abuelo, no obstante, Bianca estaba acostumbrada a hacer de las suyas, y quería sacarle el mayor provecho al hecho de que su esposo fuera el director del corporativo, sabía que eso no duraría para siempre, por lo que como siempre quería sacar ventaja. Paúl estaba revisando los últimos informes financieros y veía como las ganancias se incrementaban significativamente, Bianca llegó vestida en forma provocativa, sabía perfectamente que ese era el punto débil de Paul y por supuesto lo utilizaría a su conveniencia.
—Hola cariño, te ves muy sexy sentado en esta oficina.—Le susurro al oído mientras lo abrazaba por la espalda.
—¿Qué quieres Bianca?, Seguro vienes a pedirme algo, de otra manera no te comportarías así conmigo—intuyó.
—Eres muy injusto conmigo, después de todo soy tu esposa y estaba pensando en una manera de consentirte, trabajas mucho y creo que te mereces una distracción, ¿Qué tal una cena romántica?—Propuso.
Él se quedó pensando, le parecía muy extraño el comportamiento de Bianca, esa actitud no era algo usual en ella.
—Tengo mucho trabajo, Bianca, saldré algo tarde hoy.—Contesta fríamente.
—Entonces vendré esta noche, voy a sorprenderte con algo especial, tal como te gusta.—Exclamó provocativamente.
Paul asintió aunque no muy convencido, sabía que Bianca estaba tramando algo, por lo que tendría que estar muy alerta para saber lo que se proponía. En tanto, Maximilien ahora estaba haciendo negocios con Michael, se habían vuelto buenos amigos y como los dos eran empresarios, tenían bastantes cosas en común, por lo que ahora estaban trabajando juntos en un nuevo proyecto.
—Este equipo de cómputo empresarial revolucionará la industria, Michael, somos una buena combinación después de todo, visión e inteligencia en un mismo paquete, y no es presunción, que quede claro, pero se reconocer cuando hay potencial en los negocios.—Dedujo.
—Estoy de acuerdo, Maximilien, creo que esta sociedad llegará muy lejos, quisiera pedirte un gran favor, me gustaría que Karen sea la diseñadora de la campaña de publicidad desde la fase previa al lanzamiento.—Solicitó.
Él sonrió, sabía perfectamente que Michael quería tener a Karen cerca, y por supuesto darle la oportunidad de crecer en el ámbito de la publicidad, lo cual le daba mucho gusto, puesto que ella siempre se caracterizó por ser una chica bastante trabajadora.
—Cuenta con eso, Michael, Karen es una de nuestras mejores diseñadoras, y estoy seguro que estará a la altura de las circunstancias, se va a poner muy contenta cuando se lo digas.—le dijo.
—Precisamente eso es lo que quería discutir contigo, no quiero ser yo quien se lo pida, no quiero que lo malinterprete, ella es muy orgullosa y no quiero que piense que lo hago por lo que tenemos juntos.—repuso él.
—Entiendo, alguna vez también pensé en pedirle a Helena que se integrará a la empresa, y creo que después del embarazo lo haré, tiene un talento impresionante al igual que Karen, así que creo que podrían hacer un equipo fabuloso, pensándolo mejor, creo que las dos podrían encargarse, no es necesario que Helena tenga que trasladarse hasta acá, podría hacerlo desde casa siempre que el embarazo no se lo impida.—
—Me parece una idea fabulosa, ellas son grandes amigas y siempre han trabajado juntas, creo que podrían hacer algo increíble con todo esto.—Argumenta Michael.
—Bueno, pues entonces no se diga más, hoy mismo les damos la noticia en una cena en nuestra casa.—Dice.
El compromiso estaba hecho, y luego Michael se marchó y Maximilien se quedó a solas, su teléfono sonó y vio que en la pantalla aparecía el nombre de su padre, esa llamada no le gustaba para nada, porque sabía perfectamente que sólo le hablaba para reclamarle por haberse negado una y otra vez a aceptar la invitación de cenar en su casa.
—¿Qué pasó viejo?—Contesta con un tono neutro en su voz.
—Me dijo tu madre que no has querido aceptar nuestra invitación para cenar en la casa, ¿No te parece que es una falta de cortesía hacia tus padres?—Le recriminó.
—Déjate de juegos, padre, sé perfectamente cuál es la intención de ustedes, quieren a toda costa molestar a Helena , y eso no se los voy a permitir, quiero que la dejen en paz, ella está embarazada, tendrá nuestros hijos y no quiero que reciba ningún tipo de disgusto.—Le dijo directamente.
—Tienes mi palabra de qué eso no sucederá, tu hermano Billy y su esposa también estarán allí, quiero que estemos todos como antes.—Señala con vehemencia.
Él se quedó pensando por un momento, sabía que Helena se sentiría incómoda en la casa de sus padres, pero si Gregory le había prometido que las cosas estarían bien, seguramente así sería, así qué tal vez valiera la pena darle una oportunidad.
—Necesito preguntarle a Helena , papá, no quiero hacer nada que le incomode.—Le dijo por fin.
—Yo ya estoy viejo, hijo, ya no me puedo dar el lujo de estar separado de ustedes, lo que quisiera es tenerlos cerca, no me he sentido nada bien.—Confiesa.
—¿Te has sentido mal?—Pregunta preocupado.
—Supongo que son cosas de la edad.—Contesta un poco evasivo.
Le resultó muy extraño escuchar algo así, y más viniendo de Gregory Baker, un hombre que se consideraba invencible, seguramente algo malo estaba sucediéndole, y empezó a sentirse un poco culpable por no haber estado cerca de él, no obstante, recordó lo que Helena le había dicho acerca de la forma en la que la estaba mirando, y pensó que probablemente pudiese tratarse de algún truco por su parte.
—Está bien, iremos mañana.—Dijo por fin.
—Me alegra escuchar eso, por acá los esperamos.—Se despidió cortando la comunicación.
—¿Qué te traes entre manos, viejo?—Pensó.
Gregory sonrió triunfante, y procedió a informar a Emma sobre la respuesta que le había dado su hijo, al final de cuentas había logrado convencerlo utilizando como siempre su manipulación.
—Preparar una gran cena, nuestros hijos vendrán con sus respectivas mujeres a la casa, y te advierto que no quiero malas caras ni palabras hirientes, no me importa Helena Andrews, sino lo que está dentro de ella, lo sabes perfectamente, y no quiero volver a repetirlo.—Le advirtió.
—Supongo que tendré que hacerlo, pero que quede claro que es sólo por mi hijo, no porque me lo estés exigiendo.—Lo enfrenta.
Seguido de sus palabras, se escuchó el estruendo de una fuerte bofetada, Gregory era implacable cuando se trataba de hacerse respetar, siempre utilizaba la violencia, pero Emma lo soportaba porque no se podía permitir perderlo todo, sin embargo, el odio que existía dentro de ella por su marido, se incrementaba cada vez más .
—Se acerca tu final, maldito, ni siquiera esperas como vas a terminar.—Pensó.
Emma era una mujer calculadora, su objetivo siempre había sido quedarse con la fortuna de los Baker, y seguramente estaba tramando un plan para lograrlo. Por fin la hora de la cena llegó, los amigos se reunían y seguramente pasarían una velada extraordinaria, ellos llegaron y por supuesto Helena los recibió con los brazos abiertos, Karen era su mejor amiga y Michael ahora también formaba parte de la familia.
—Bienvenidos, me da mucho gusto verte, amiga.—Dijo ella.
—Pero mira nada más, que grandes se están poniendo mis sobrinos, tu vientre está enorme, te ves hermosa.—Contestó Karen.
Maximilien había sacado uno de sus vinos favoritos, y entre Hanna y Helena lo prepararon todo para que la velada fuera muy especial.
—Les tenemos una sorpresa muy especial, Michael y yo estuvimos hablando y llegamos a la conclusión de qué ustedes deben ser las diseñadoras responsables de nuestro proyecto de equipos de cómputo empresarial.—Informó Maximilien.
—Eso suena increíble, cariño, me encanta la idea, necesito distraerme este tiempo que falta para que nazcan los bebés—Dijo Helena .
—Por fin se me va a hacer trabajar otra vez contigo, y juntas somos un buen equipo—Agregó Karen.
—Pues entonces está decidido, a partir de mañana comenzamos, pero por ahora vamos a olvidar el trabajo y pasarla bien.—
Y era un cuarteto lleno de creatividad, seguramente la campaña sería muy exitosa y tendrían la posibilidad de acertar en otro negocio más. por otro lado, tal como lo había prometido, Bianca se hizo presente en la oficina, se traía algo entre manos, al parecer quería tener acceso al sistema de la empresa para hacer una de sus sucias jugadas. Entró de repente, llevaba una botella de vino y unas copas, además guardó algo en el bolsillo que seguro utilizaría para sus propósitos.