Capítulo noventa y seis

Enzo

Me quedo sentado mientras ella cierra la puerta y luego miro a mi primo, que evitaba mi mirada. Se veía bastante mal, y no pude evitar que la rabia me invadiera al ver cómo lo habían tratado. Pero estaba vivo y el alivio de saberlo me llenaba más que la ira en ese momento. Tuvo suerte de q...