Capítulo cuarenta y dos

Gabriela

—¿Por qué no dices de una vez lo que realmente quieres decir, Ivy? —le espeto, ya harta de todo.

Estaba irritada antes de que el día siquiera comenzara. Y la falta de sueño no ayudaba en absoluto. Estaba cansada, malhumorada y molesta. Este lugar solía ser mi refugio feliz. Ahora estaba ...