Capítulo veintiuno

Gabriela

Me sentía como una tonta. Prácticamente me lancé sobre él anoche. ¿En qué demonios estaba pensando? Pero no me ha rechazado. Recordaba cada detalle y mis mejillas no dejaban de arder cada vez que recordaba lo que me hizo. Sin embargo, tenía un poco de miedo de que cambiara de opinión sob...