Capítulo 40

Esta era yo mirándola. Sabía que tenía miedo de probar esto, pero esa parte egoísta de mí no me dejaba detenerla. Su cuerpo era impecable y sentía ganas de lamerlo; era suave como la seda. Estaba desnuda en mi cama y podía notar que se preguntaba por qué aún no había comenzado a mostrarle las cosas ...