Extra 4

—¿Mi teléfono? —preguntó con molestia.

—Sí, señora —respondió el joven, apenado, mientras sus ojos seguían en el suelo.

—¿Por qué?

—El señor no me dio esa información.

—¿Y si no quiero, qué vas a hacer? —se apresuró a indagar con la vista fija en él—. ¿Me lo vas a quitar a la fuerza? ¿Esas fueron la...