Capítulo cincuenta y cuatro

DRAVEN

Oh Dios mío.

—¿Draven? —escucho a Emily gritar desde las escaleras—. ¿Qué está pasando?

Abro la boca y me preparo para gritarle que se encierre cuando una mano embarrada se cierra sobre mi boca y algo duro y húmedo se presiona contra mi espalda. Empiezo a luchar, unos brazos desnudos y...