Más que para siempre

—Jacey—

Los brazos fuertes de Caleb eran realmente muy sexys. Quiero decir, no es que no estuviera musculoso antes, pero ahora estaba súper musculoso.

Me llevó por el pasillo hasta nuestro dormitorio como si no pesara nada. Giré la perilla y él la cerró de un golpe detrás de nosotros. Me acostó en...