50. Plan de batalla

Mis dedos temblaban cada vez que una pequeña lágrima escapaba de sus ojos vidriosos, sintiendo como si mi corazón fuera apretado dolorosamente, sabiendo que la estaba lastimando seriamente. Mi única hermana.

Pero tenía que hacerlo. Tenía que hacerle entender cómo sus acciones estaban teniendo serio...