29. Baila contigo

—¿Te dije que te ves como una princesita esta noche? —Él sonrió mirándome, su dedo índice tocando suavemente la punta de mi nariz y yo, en broma, solté un suspiro, mirándolo sorprendida.

—¿Eso fue un cumplido? —pregunté burlonamente, ganándome una risa ronca de él.

—Sí, sí lo fue.

—Vaya... y yo p...