Capítulo 4

—Yo… yo no puedo hacer lo que me pide, señora Antonella… —Gianna retrocedió un paso hacia atrás, mientras un pinchazo hundía su pecho.

Le faltaba el aire, incluso sentía que iba a desvanecerse en el momento.

—Gianna… —esta vez dictaminó su jefa en un tono amenazador—. Te necesito, no puedo confiar ...