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AMANDA

Todo el camino de regreso, ambos permanecimos en silencio. Nadie dijo una palabra. Mi corazón aún dolía, pero había una extraña paz que no sé cómo describir. Cuando llegamos a casa, le pedí que me diera un tiempo, a lo que él solo asintió y me dejó sola en su habitación. Saqué el teléfono de...