63

AMANDA

Casi me caigo del sofá, casi.

Mi corazón empezó a latir como loco y todo a mi alrededor se volvió borroso. Nada importaba excepto él, que decía muchas cosas con sus ojos que no podía leer. Una sensación extraña se agitaba en mi pecho, algo que nunca había sentido antes, y una y otra vez, sus ...