51

AMANDA

—Ay, mi cabeza —gemí.

No me digas que anoche me pasé de copas. Juro que mataré a Lia, siempre me obliga a beber hasta que me despierto con este maldito dolor de cabeza. Necesito encontrar una aspirina.

Aparté el edredón y estaba a punto de levantarme cuando me di cuenta... ¡Santo cielo! ¿P...