Capítulo 50

Frunce el ceño y me da una mirada extraña. Lentamente, sus manos suben para descansar en mis hombros, están cálidas. Me pregunto si su boca también lo está. Me lamo el labio inferior y sus ojos siguen mi lengua. Me recuerda. Me recuerda tanto a él. Han pasado días desde que alguien me ha tocado de u...