Capítulo 16

—Para… Para—. La primera objeción era real, la segunda... no estaba segura.

Su boca se aferró a mi pezón a través de la tela de su camisa, de alguna manera más exasperante porque no podía llegar del todo a mí. Succionó más fuerte, haciendo que mi pezón se pusiera duro, mojado y caliente. Medio susp...