Huyendo de él

Cuando Amy lo vio, no podía creer lo sexy que se veía. Estaba tan atractivo que su vagina se contrajo, incluso sintió que sus pezones se endurecían. Quería apartar la mirada de él, pero era imposible.

Amy suspiró y apartó la mirada, pero no sabía qué la hacía volver a fijarse en su cuerpo una y otr...