82. No uno, sino dos

—¡¿Embarazada?! Por Dios —Clara parece bastante impresionada, casi con los ojos desorbitando ya fuera de sus cuencas y comienza a caminar otra vez hacia donde antes se encontraba.

Se sienta.

Luego se levanta.

Y vuelve a sentarse.

—¡Julieta!

—Oye, oye. Calma. Todo está bien, es que tienes lo...