CAPÍTULO 29

CAPÍTULO VEINTINUEVE

—¡Contesta! ¡Contesta! ¡Contesta!— repetía con agitación, pero Sasha seguía sin contestar su teléfono, probablemente por centésima vez desde que empecé a llamarla. ¿Por qué había esperado que su teléfono no estuviera en modo silencioso como siempre le gusta ponerlo cada vez que...