Cuánto te quiero

—Tuviste una infancia difícil, pero no dejaste que eso te detuviera. No te amargaste ni te dejaste pisotear. Y recuerdo haber pensado lo fuerte que eras cuando te conocí —se inclinó y rozó mis labios con los suyos—. Es lo mismo ahora. Si yo fuera tú, estaría tan enojado. Pero tú estás sonriendo, her...