El mejor padre del mundo

—Nah. Después de un tiempo, te aburrirías. Dedicas demasiado tiempo a tu trabajo.

Se encogió de hombros, lo cual me tomó por sorpresa.

—Puede que esté cambiando. No estoy seguro de si apostar todo en mi negocio es lo que aún deseo. Ahora te tengo a ti —tocó mi vientre con su mano—. Ahora los tengo...