53. Camino al caos


Permanezco a un lado de Karina, quien sigue durmiendo plácidamente acurrucada entre mis brazos. Puedo asegurar que durante el tiempo que no estuve con ella, no descansó como anoche ni como lo hace ahora por la mañana. Seguramente sus noches fueron un verdadero tormento, pensando quizás que esta...