Conociendo a Ingrid

TRES AÑOS ATRÁS

De inmediato regresé al dormitorio junto a Alex. Dormía tan plácidamente que no se enteró de nada, ni siquiera cuando me acosté a su lado.

Lo miré y aproveché su sueño para apreciar bien cada detalle en su rostro.

La cicatriz en su barbilla que se hizo de pequeño cuando jugábamos a l...