Capítulo 51: Retorno a la tranquilidad.

Mansión Greco. Despacho de Ángel.

Estaban los tres reunidos, Ángel, Gio y Mark.

—Lo que dices Gio es terrible, el jefe se volvió loco. Yo no pienso matar a nadie, he peleado a capa y espada por defender los intereses de la organización, pero ya matar a un cristiano eso es demasiado. Al menos no lo...