Luna di miele. Epílogo, parte 2

Emma mira con ojos de fuego a su esposo mientras él se esmera en salivar de manera correcta aquel objeto. Luego ella se coloca de espaldas a él, se agacha lo suficiente para ofrecerle una vista única, deliciosa y totalmente sexy de su trasero.

La respiración de su esposo se triplica cuando su boca ...