Conociendo al Pequeño Mendoza

[MATÍAS]

Bajo la escalera siguiendo sus andares y disfrutando la vista y puedo parecer un loco, pero me cautiva cada uno de sus movimientos y podría convertirme en un esclavo entre sus brazos si me lo pidiese. —Definitivamente eres preciosa. — Le susurro al oído.

—Gracias, pero ya por favor... tu fa...