Ayudantes Inesperados

[AITANA]

Dos semanas después

Estoy entrando unos datos en el ordenador para ponerme al día con el trabajo, cuando un golpe en la puerta me interrumpe. —¡Adelante!— Exclamo y al ver a mi guapísimo esposo entrar a la oficina sonrió de felicidad. No me lo esperaba aquí.

—Buenas tardes guapa, ¿Cómo está...