31. Llegada.

Caspian

No me detengo, no me detendré. No podría hacerlo aunque quisiera.

Finalmente la tengo, mi Catherine, y la estoy llevando a casa donde pertenece, donde estará a salvo. Este conocimiento me impulsa a nadar frenéticamente. Pero, mi novia está tardando una eternidad en dormirse, y debe d...