Capítulo 86

Lo primero que hice al despertar la mañana siguiente fue ir a tocar la puerta de Amie. Parecía medio dormida cuando abrió la puerta.

—Finn, ¿pasa algo? —preguntó, seguido de un bostezo que le habría dislocado la mandíbula a la mayoría de las personas.

—Nada malo. ¿Cómo están tus costillas? —pregun...