Alfa

—Entonces, yo tampoco tengo que arrepentirme de nada —dijo Alice, mientras él agarraba su tobillo y la acercaba, inclinándose sobre su figura reclinada en el sofá.

Sus ojos eran más oscuros que su color habitual, lo cual lo desconcertó. ¿Estaba viendo cosas o realmente había cambiado el color de su...