Retorcido

Levantó la vista y notó quién irrumpió en su oficina sin siquiera tocar, haciendo un escándalo.

—¿Qué demonios, hombre? ¿Estás tratando de darme un infarto?

Alice suspiró, reconociendo a su único amigo.

—Edward, realmente no estoy de humor para charlas. ¿Ves esa puerta por la que acabas de pasar ...