Feo

—Señor, aquí están.

Levi y Rish llegaron con las cajas, sudando y tratando de parecer normales.

Alisha los miró, sintiéndose culpable al ver que ellos también estaban sudando. No podía sentirse más culpable de lo que ya se sentía.

—¿Y ahora cómo lo consiguieron? ¿No lo negaron antes? —preguntó Al...