CAPITULO 37

ALESSIO

―¡Ay, no puede ser! ―exclamó Leo, con una expresión exagerada en su cara.

―¿Qué? ―replique, pero luego me arrepentí de haberlo hecho.

―Que no ves ―señala en dirección a Asha. Frunzo el entrecejo impaciente, no le respondo así que añade. ―Es rubia.

―¿Y eso en qué afecta? ―Resople exaspera...