Capítulo 5. Una posición

Zaid

Hospital St. Michael, Toronto, Canadá.

La voz de un hombre me hizo abrir los ojos poco a poco, me sentía algo mareado y el sabor extraño en mi boca, empecé a odiarlo de inmediato.

—Está estable, señor Ashgar—escuché otra voz, —Así qué no tiene por qué preocuparse, perdió sangre, pero por no...