Trance dichoso (Parte II)

Artemis se quedó en la puerta observando cómo Hades y Kore se consumían el uno al otro. Sus labios en cada parte del cuerpo de ella, los de ella en cada parte del suyo. El rostro de Artemis se sonrojó, pero en lugar de alejarse, continuó observando. Necesitaba entender qué se sentía ser tan deseada ...