CAPÍTULO 26. HABÍA LLEGADO LA HORA

Christian Goldman.

No sé por cuanto tiempo dormí, solo sentí como la habitación oscurecía, me desperté al principio sobresaltado, pensando que solo había sido un sueño, pero al ver a un lado, los vi a los dos durmiendo y mi corazón saltó de alegría en mi pecho, no pude evitar sonreír. Me levant...