Sin líneas borrosas

Liam se despertó antes de las cuatro de la mañana, sorprendentemente tranquilo y despejado para alguien que había pasado una noche inquieta en el sofá de su oficina.

Recogió su iPhone del suelo, haciendo una mueca al ver las grietas en forma de telaraña que cubrían la pantalla.

Segundos después d...