CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO

—Entonces, ¿por qué no le confesaste tus sentimientos antes de que se casara?

—¿Quién iba a saber que iría a otra manada solo para tener una aventura de una noche con una desconocida?

—Si lo hubieras hecho a tiempo, tal vez no lo habría hecho.

—No te voy a mentir, lo hice, pero él no estaba dispu...