Capítulo cuarenta y tres

—¿Puedo usar tu teléfono? —Trixie intentó poner su mejor cara de cachorrito.

—Trixie, me has estado pidiendo eso todos los malditos días durante las últimas dos semanas y siempre te doy la misma respuesta —gruñó Thomas.

—Por favor, necesito escuchar su voz. Necesita saber que estoy bien... —Trixie...