Abriéndose paso

—Hay menos de los que pensé que habría—observa Devon mientras inspeccionamos el campamento del ejército de Rallegrad en la frontera.

—No sé si eso es bueno o malo—respondo, con el estómago revuelto de preocupación.

—¿Por qué sería malo?—pregunta Jim—. Menos gente, menos problemas.

Observo a un gr...