defendió

El aire se podía cortar con un cuchillo de lo tenso que estaba. La reina se veía feroz, lista para reprenderlos si era necesario.

—Debo haber cruzado una línea, lo siento, no quise ofender a la familia real de ninguna manera —dijo él, dejando sus cubiertos—. Fue un desayuno maravilloso —añadió, lev...